¿Por qué hacemos trueKe
en Caracas?
Caracas, al igual que muchas urbes del planeta, es una ciudad
profundamente movida por el consumismo. La renta del petróleo hace realidad la
circulación de una gran cantidad de dinero con la que compramos más y más
mercancías a diario, la gran mayoría importadas, y muchas de ellas mercancías
que en realidad ni siquiera necesitamos, generando una creciente masa de
desechos de difícil tratamiento. Muy rara vez, consumimos cosas que se
produzcan en nuestra ciudad, siendo que en Caracas lo que predominan son los
servicios y las actividades bancarias. Así que, en realidad vivimos de manera
parasitaria, consumiendo lo que se produce en otros espacios.
A su vez, esta dinámica hace de Caracas un espacio donde prevalece
la competencia, la individualización y la agresividad. La forma como funciona
la ciudad condiciona nuestra relación con los demás y con la naturaleza. Y como
supuestamente somos un espacio “desarrollado” y modernizado, nos alejamos de la
tierra y de la naturaleza, y nos dedicamos a las labores técnicas,
intelectuales o de servicios. ¿Qué pasaría si nos soltaran en la mitad de una
selva? ¿Sobreviviríamos? ¿Qué sabemos hacer con nuestras propias manos?
Este modelo de ciudad es incompatible con la reproducción de la
naturaleza y además nos hace peligrosamente dependientes. La actual crisis
global financiera, económica, ecológica, alimentaria y energética, nos exige la
búsqueda de alternativas concretas a los estilos de vida que hemos llevado
hasta ahora, sobre todo en un país extremadamente dependiente de la renta
petrolera, vulnerable a las presiones que constantemente ejerce el
neoliberalismo y el capital financiero.
Periódicos, noticieros y páginas webs nos muestran prácticamente a
diario las movilizaciones, protestas y resistencias de ciudadan@s y pueblos de
Europa y los Estados Unidos, los “indignados”, en contra de la arremetida
neoliberal de los grandes bancos, haciéndonos rememorar la crisis de la deuda en
los 80s, que sufrimos no sólo los pueblos de Latinoamérica, sino de otros
tantos países del sur global. El dinero, con la expansión del capital por todo
el mundo, ha atado todas las relaciones sociales en torno a su lógica.
El dinero no es sólo un medio de intercambio. Ni siquiera es su
principal función en el capitalismo. Su principal función es ser una mercancía,
la principal mercancía mundial, que posibilita la globalización neoliberal. El
sistema capitalista presiona constantemente a l@s ciudadan@s, pueblos y
naciones del mundo para que nos endeudemos con la banca, y todas nuestras
deudas están respaldadas con nuestro trabajo, con nuestros bienes y hasta con
la naturaleza de nuestros países, que las grandes transnacionales quieren
seguir extrayendo como han hecho hasta ahora.
Nos oponemos a la total mercantilización de la vida que nos impone
el sistema capitalista. No queremos cambiar la “economía”, queremos cambiar el
sistema. Y un cambio de sistema supone proponer, impulsar y practicar relaciones
solidarias y armoniosas con las personas y con la naturaleza. Los sistemas de
trueKe, han sido, y son en la actualidad, formas alternativas y solidarias de
producir, consumir y relacionarnos entre nosotros y con la Madre Tierra, sin
mediación de dinero. Eso significa que los sistemas de trueKe, no son sólo
alternativas de vida, sino además representan formas de resistencia ante las
crisis que produce los grandes poderes bancarios. Veamos en la actualidad cómo
el pueblo de Grecia, ante el asalto generalizado del neoliberalismo y las
instituciones financieras, se han defendido haciendo mercados y sistemas de
trueKe, como en algún momento lo hizo el pueblo argentino ante el “corralito”
bancario en el 2001.
Queremos mostrar y construir otras formas de relaciones
económicas, en las que no prevalezca la lógica mercantil. Queremos que se abran
nuevos espacios de intercambio solidario en una ciudad que compite
aceleradamente por el consumismo. Queremos el incentivo de productos, bienes y
servicios de producción local, que además sean compatibles con la reproducción
de la naturaleza. Queremos promover que las personas puedan también producir
sus propias cosas, que no sólo sean consumidores, sino “prosumidores”. Queremos
ayudar a construir un pensamiento alternativo a lógica de la ganancia, uno que
piense el valor desde la diversidad cultural, el respeto por la Madre Tierra.
Es un largo proceso en unas condiciones sumamente adversas. Pero
estas son prácticas que crecen en todo el mundo, ante la dictadura del dinero.
Otra Caracas es posible, y los sistemas de trueKe son una de las expresiones
para ejercer, aquí y ahora, una alternativa solidaria para la vida en la
ciudad.
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