Manifesto
por una huelga de la deuda
Occupy #5
A continuación publicamos este
interesante Manifesto por una huelga de la deuda (‘Strike Debt Manifesto’),
lanzado por el movimiento #Occupy de EE.UU. Original inglés extraído de n+1
magazine, monográfico #Occupy! http://www.nplusonemag.com/Gazette5.pdf.
Traducción castellana adaptada por Marcelo Expósito.
Debemos transformar nuestro
fracasado sistema económico que empobrece a millones de personas a la vez
que destruye el ecosistema. Usemos tácticas de apoyo mutuo y planes de
rescate ciudadano para salvar a las personas del endeudamiento(*).
Necesitamos redes y organizaciones vigorosas para una huelga de deuda. Por
la abolición de la deuda existente, para reconstruir una sociedad justa
donde nos debamos a nosotras mismas lazos de reciprocidad. El 99% se ve
forzado a la deuda contraída por el pago de necesidades básicas como la
educación, la vivienda y la sanidad, de la que el 1% se beneficia. Nos
hemos dejado oprimir por encima de nuestras posibilidades. Somos una
ciudadanía en quiebra de personas hipotecadas, docentes, estudiantes,
familias. Pero no pagaremos porque no debemos. No debemos nada a los
bancos. Nos debemos a nosotras mismas.
Los argumentos básicos para una
huelga de deuda son los siguientes:
1. ‘YOU ARE
NOT A LOAN’. NI
ESTÁS SOLA NI TU VIDA ES UN PRÉSTAMO
La deuda no es personal, es
política. Nos aisla, aterroriza y somete. El miedo a la insolvencia impide
desafiar la deuda públicamente. El sistema de individualización de la
deuda es inmoral. Es una forma de esclavitud. Se nos fuerza a pagar deudas
infinitamente y se nos
avergüenza cuando no podemos afrontarlas. Hemos de vender el tiempo y el
alma para conseguir trabajos que no queremos tan sólo para poder pagar los
intereses al banco. Ahora que la deuda está descontrolada, ya hay quienes
nos avergonzamos de endeudar a otros. A los profesionales de cualquier
tipo se nos convierte en instrumentos para atraer más víctimas hacia los
tiburones de la deuda. Una huelga de deuda es una huelga de miedo para
superar la vergüenza y poner fin al aislamiento. Cuando hacemos huelga a
la deuda lo hacemos juntas, creando la posibilidad de imaginarnos como
colectividades no reductibles al cálculo numérico. No abdicamos de
nuestras responsabilidades. Al contrario, ejercemos nuestro derecho a
rechazar la injusticia.
2. VIVIMOS EN UNA SOCIEDAD DE LA DEUDA BAJO LA PRISIÓN DEL
ENDEUDAMIENTO
Las cifras de endeudamiento
estudiantil, bancarrotas familiares por deudas a la sanidad privada,
desalojos por impago de hipotecas o alquileres… son escalofriantes en todo
el mundo. Los intereses de las deudas por el uso de tarjetas de crédito
generan ganancias astronómicas para los bancos. El endeudamiento
permanente es la característica principal de las sociedades que vivimos
bajo el neoliberalismo. El sistema represivo (cárcel, control
policial, presión fronteriza), la segregación social (racial, cultural,
sexual) y la servidumbre deudora se refuerzan recíprocamente. Este
sistema está diseñado para desempoderar y dividir a las personas. La
represión hasta el encarcelamiento por endeudamiento golpea a las de abajo
pero nunca a los que arriba se benefician de nuestro sometimiento y
son responsables de la agudización de la crisis y de las bancarrotas
del sistema económico. Sus deudas las pagamos nosotras.
3. HAY UNA HUELGA DE DEUDA EN MARCHA
Algo sucede en nuestra sociedad de
la deuda. Quienes estudian no alcanzan a pagar sus préstamos. Los débidos
de tarjetas bancarias son irremontables. Los desalojos por impago de
hipotecas o alquileres se extienden. Las personas empiezan a decidir que
no pueden pagar sus deudas. Comienzan a actuar por necesidad y
desesperación. Pero también por algo más. ¿Cómo lo podemos llamar? Rechazo.
Huelga de deuda. Si el desempleo crece, los sindicatos siguen derrotados y
aumenta la inseguridad laboral, puede que nuestro descontento no se
pueda expresar sólo mediante huelgas laborales. Podemos además
rehusar pagar. Construyamos un movimiento de deudores junto al movimiento obrero.
Quienes no pueden hacer huelga laboral sí pueden construir redes de apoyo
mutuo entre deudores, hasta abolir la deuda.
4. HACER HUELGA A LA DEUDA CONSISTE EN VIVIR UNA VIDA PROPIA
EN LUGAR DE OTRA BAJO PRÉSTAMO
Rechazamos hipotecar nuestras
vidas. No aceptamos el cálculo impuesto sobre nuestras deudas. El cálculo
según el cual ‘no nos podemos permitir’ sostener el sistema de bienestar
en nuestras sociedades porque debemos pagar eternamenente a los bancos lo
que supuestamente debemos y más. Ni siquiera conocemos cuánto consideran
que debemos, qué debemos, en concepto de qué debemos. Debemos forzar
auditorías sobre la socialización de las deudas privadas contraídas por la
banca privada y las políticas públicas efectuadas a espaldas de
la ciudadanía (**). Cuestionemos el dominio del mercado sobre todos
los aspectos de nuestra vida social y cultural. Abolamos la trayectoria
de vida que comienza con la asunción de deudas incluso antes de nacer
y finaliza con una contabilidad postmortem. Contra el
capitalismo mafioso, construyamos un mundo social en el que nos tratemos
como seres humanos que reconocen sus diferencias y rechazan el mito
del crecimiento económico ilimitado que destruye la posibilidad futura
de la vida sobre este planeta.
5. RECLAMAMOS LA ABOLICIÓN DE LA DEUDA Y UNA RECONSTRUCCIÓN
ECONÓMICA Y SOCIAL
Se dice que es imposible abolir la
deuda. ‘¡Hay que devolver lo adeudado!’. No si eres una corporación, un
banco, una gran empresa de servicios o una nación con verdadera soberanía.
Entendemos que el sistema de la deuda es el corazón del capitalismo
financiero. Dicho sistema beneficia a los de arriba. La cuestión entonces
no es ‘si’ la deuda se debe abolir, sino a quiénes no se debe pagar.
Bancos, naciones estado y multinaciones han visto sus
deudas ’reestructuradas’. Es decir, que el pueblo las pague. Se nos
quiere someter a un pago continuo por deudas que no hemos contraido.
Las deudas que se atribuyen al pueblo en cuyo nombre se tomaron
ciertas decisiones sin consulta, deben ser abolidas. Entonces podremos
empezar a reconstruir, transformando las condiciones que crean la
espiral destructiva del endeudamiento personal. El dinero debe destinarse
de inmediato a asegurar las condiciones básicas para la vida de todas
las personas: vivienda, educación, salud y cuidados. Al contrario, en
todo el mundo se usa la deuda para justificar el recorte de
estos servicios. Entendemos que el endeudamiento ilegítimo de los
gobiernos no deben pagarlo las personas con su bienestar. El problema no
es que nuestras ciudades y países estén arruinados, sino que los
servicios públicos están siendo esquilmados. El ‘Welfare State’ (estado
del bienestar) se convierte en un ‘Debtfare State’ (estado
de endeudamiento). Necesitamos un nuevo contrato social que sitúe
el bienestar en el centro de nuestra organización social, que
asegure derechos universales a través también de la ayuda mutua. La crisis
no puede convertirse en endeudamientos personales de por vida.
(*) En Estados Unidos http://rollingjubilee.org/ y
http://occupywallst.org/tag/people’s_bailout/, en España
http://afectadosporlahipoteca.com/ y
http://occupywallst.org/tag/people’s_bailout/, en España
http://afectadosporlahipoteca.com/ y
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